«La única meta es llegar a un acuerdo para proteger los árboles. Queremos asegurar que las obras se realicen de forma segura para los edificios y los árboles», explica Alicia Estefanía, portavoz vecinal del movimiento contra la tala de Atocha. El plan de expansión de la Línea 11 del Metro de Madrid ha generado controversia en la capital debido a la inminente tala de árboles en la zona del Paisaje de la Luz, un corredor urbano designado como Patrimonio Mundial de la UNESCO.
En total, el Ayuntamiento de Madrid ha autorizado la tala de 51 árboles: 17 en la zona de Jardines de Jimena Quirós, cerca de la estación, y 34 en los alrededores de Atocha. Entre los ejemplares se encuentran varios plátanos de sombra y algunos cedros del Himalaya.
Alicia Estefanía, portavoz vecinal, declara: «Que los árboles estén en una zona patrimonial es aún más grave. Pero incluso si no estuvieran dentro del Paisaje de la Luz, la tala nos afectaría igual. Lo que nos importa es salvar los árboles, ya que brindan un servicio esencial a las personas que viven y transitan por aquí. El hecho de que sean patrimonio es solo un activo adicional para salvarlos».
El proyecto ha llevado a la intervención del Ministerio de Cultura, que ha enviado una carta al presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Ayuso, y al alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, solicitando la paralización de la tala.
La obra fue aprobada por la Comisión de Patrimonio en noviembre, en la que participan el Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid y el Colegio Oficial de Arquitectos.
El alcalde de Madrid aseguró que el proyecto se presentará a la UNESCO cuando terminen las obras subterráneas y se comience a remodelar el exterior.
El PSOE considera que la tala no es sostenible por motivos técnicos, ya que existen alternativas. Por su parte, Más Madrid señala a Martínez-Almeida por autorizar una tala llena de polémica. «El Paisaje de La Luz está en riesgo», denunció Rita Maestre.