La educación ambiental debe ser incorporada en todas las asignaturas de la enseñanza, según grupos de profesores y educadores. Consideran que este cambio es esencial para abordar crisis como el calentamiento global y la pérdida de biodiversidad, que afectan a toda la humanidad. Para lograrlo, piden recuperar el enfoque de la derogada Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE, 1990), que promovía la formación en el respeto y la defensa ambiental, así como la capacidad de los estudiantes para valorar críticamente los hábitos sociales relacionados con la salud, el consumo y el medio ambiente. Esta educación debería ser una materia transversal que se aborde desde todas las áreas curriculares, no solo desde una asignatura específica. Para implementar esta transversalidad, bastaría con ajustar los problemas de matemáticas o la temática de las redacciones en clase de lengua. A falta de ambición por parte de las leyes educativas actuales, los colectivos de profesores han expresado su preocupación. La ley actual (LOMLOE, 2021) incluye términos como cambio climático, desarrollo sostenible o crisis ambiental, pero estas temáticas se confinan a la asignatura de Valores, lo cual es considerado insuficiente. La educación ambiental debe enseñarse de manera transversal, abordando aspectos como la huella de carbono de los alimentos, el impacto de la ropa que se compra, el uso del transporte público, el ahorro de agua, entre otros. Este enfoque transversal debe llegar a todos los ámbitos de la vida, ya que la educación ambiental no es solo responsabilidad de las escuelas, sino también de los hogares y las comunidades.