Las tres presas de almacenamiento del Sistema Cutzamala están experimentando un déficit del 37% en su capacidad, y se espera que esta cifra siga aumentando en las próximas semanas, lo que empeorará la escasez de agua en la mayoría de los municipios del centro de México.
Las presas Villa Victoria, Valle de Bravo y El Bosque abastecen el 25% de la oferta de la Zona Metropolitana del Valle de México. Históricamente, estos embalses almacenan 600,87 millones de metros cúbicos (Mm3), pero actualmente contienen 311,50 Mm3, lo que representa el 39,8% de su capacidad, el nivel más bajo en los últimos 28 años. De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), este porcentaje debería ser del 78,8% para esta fecha. Se proyecta que en los próximos siete días la cantidad de agua almacenada disminuirá a 309 Mm3.
Debido a la crisis, las autoridades han tenido que reducir la extracción de agua de los pozos, implementando un corte de 3 m3/s para garantizar el suministro de agua hasta finales de junio. Sin embargo, las altas temperaturas y la falta de agua de lluvia han provocado un nuevo descenso. Del 1 al 28 de enero, el caudal suministrado al Valle de México fue de 7.93 m3/s.
La Ciudad de México se encuentra entre las regiones más afectadas por esta situación, ya que el sistema Cutzamala abastece de agua a 12 de los 16 municipios que forman la ciudad. A finales del año pasado, se implementó un sistema de suministro por lotes en 284 colonias, el cual estará vigente por lo menos hasta finales de febrero.
La dependencia encargada de operar y administrar los servicios de agua en la Ciudad de México habilitó un programa para entregar tuberías de agua a las colonias afectadas. Además, se ha habilitado un portal en línea llamado ‘Agua en tu Colonia’ para que la población pueda identificar cronogramas de oferta en cada territorio.
México, en general, enfrenta una crisis de agua, ya que cinco represas están completamente secas y 23 más registran niveles de almacenamiento inferiores al 10%, según estimaciones de la Conagua. Además, según Naciones Unidas, se estima que el 47% de la población mundial vivirá en regiones con estrés hídrico en 2030, y México es la segunda nación con mayores niveles de estrés hídrico en América Latina.