La sequía sin precedentes en España ha generado debate sobre la modificación del clima para influir en las lluvias. La Organización Meteorológica Mundial está investigando técnicas de modificación artificial del clima en más de 50 países, pero hasta ahora no ha habido avances significativos. Se centran en aumentar precipitaciones, prevenir granizos y disipar bancos de niebla.
Las técnicas de «siembra de nubes» han tenido poco efecto, con un aumento de entre el 1 y el 5% en las precipitaciones, y en casos excepcionales, de hasta un 14%. En España, solo se realizó un experimento de siembra de nubes en la década de los 80, que tuvo resultados nulos. Actualmente, no hay programas estatales de modificación artificial del clima, aunque se aplican técnicas antigranizo en algunas regiones.
A nivel mundial, se están investigando avances científicos para entender mejor la formación de cristales de hielo en la atmósfera y cómo forzar las precipitaciones. A pesar del impulso internacional en los proyectos de modificación artificial del clima, la efectividad de estas técnicas sigue siendo un espejismo, aunque la comunidad científica sigue trabajando en ello para garantizar fuentes de agua seguras en el futuro.