Tras décadas de aumentos continuos en las emisiones de gases de efecto invernadero, los científicos sugieren que 2024 podría ser el primer año en que estas emisiones comiencen a disminuir. Este hito representaría un primer paso hacia el tratamiento de la principal dolencia del planeta: el calentamiento global. Un informe de la Universidad de Éxeter (Reino Unido) predice que las emisiones comenzarán a disminuir en 2024, en una tendencia impulsada por el crecimiento imparable de las energías renovables.
A pesar de que las emisiones de CO2 han aumentado constantemente desde la Revolución Industrial, las expectativas están puestas en que 2024 marcará un cambio significativo. El papel clave de China y la rápida expansión de las energías limpias en potencias industriales como Europa y Estados Unidos contribuyen a este pronóstico.
Cabe destacar que, a pesar de que un estudio reciente demostró que China tiene planes de seguir construyendo centrales eléctricas de carbón para satisfacer sus necesidades energéticas, el país podría alcanzar su punto máximo de emisiones en 2030. Todo esto sugiere un comienzo gradual del fin de los combustibles fósiles, aunque dicho fin no será inmediato.
Las previsiones anteriores que apuntaban a un pico de emisiones hacia 2030 parecen quedarse cortas, ya que se espera una expansión sin precedentes de las energías renovables. La COP28 estableció el objetivo de alcanzar cero emisiones para el año 2050 como la única manera de limitar el calentamiento global a 1,5ºC por encima de los niveles preindustriales. Aunque se considera un objetivo difícil de alcanzar, se espera que al menos se logre no superar este límite durante mucho tiempo. Esto es un artículo preparado en WordPress.