Este documento revela que Europa enfrenta desafíos medioambientales sin precedentes en términos de urgencia y escala. Sin embargo, también destaca aspectos positivos como una mayor conciencia social, innovaciones tecnológicas, iniciativas comunitarias y avances en la acción de la UE, como el Pacto Verde Europeo. Aunque las políticas europeas han ayudado a mejorar el medio ambiente en las últimas décadas, el informe SOER 2020 señala que Europa no está avanzando lo suficiente y que las perspectivas medioambientales para la próxima década no son positivas.

El informe destaca avances significativos en la mitigación del cambio climático, la reducción de la contaminación del agua y del aire, la promoción de la adaptación al cambio climático y la economía circular, así como la bioeconomía en Europa en las últimas dos décadas. Sin embargo, también insta a los países y líderes europeos a ampliar y acelerar las acciones para evitar daños irreversibles. Se requiere una mejor aplicación y coordinación de políticas actuales, así como cambios en los sistemas clave de producción y consumo que sustentan nuestro estilo de vida moderno y tienen un impacto ambiental significativo.

El informe también subraya la importancia de la transición hacia la sostenibilidad y la necesidad de abordar ciertos aspectos de manera diferente, como el uso de innovaciones y tecnologías existentes, la mejora de los procesos productivos y el cambio en los patrones de consumo y formas de vida. También destaca la importancia de dejar de utilizar fondos públicos para subsidiar actividades que dañan el medio ambiente, con el objetivo de invertir en un futuro sostenible.

El informe SOER 2020 también señala que las tendencias medioambientales generales en Europa no han mejorado desde el último informe en 2015. Aunque Europa ha logrado avances en relación con la eficiencia de los recursos y la economía circular, se necesita acelerar el progreso en áreas como la reducción de gases de efecto invernadero, la eficiencia energética y la protección y conservación de la naturaleza y la biodiversidad.

A pesar de estos desafíos, el informe destaca siete áreas clave en las que Europa puede tomar medidas audaces para alcanzar sus objetivos y ambiciones ambientales para 2030 y 2050, como aprovechar todo el potencial de las políticas medioambientales actuales, convertir la sostenibilidad en el marco de todas las políticas, liderar la acción internacional hacia la sostenibilidad, y promover la innovación en toda la sociedad.