La inversión en el parque eólico Macarthur fue una apuesta significativa en la infraestructura de energía renovable en Australia, con un coste total de aproximadamente mil millones de dólares australianos. Desarrollado en colaboración por AGL Energy y Meridian Energy, cada empresa financió la mitad del proyecto.

El proyecto recibió respaldo de políticas e incentivos gubernamentales, como el Renewable Energy Target (RET), que ofreció un estímulo financiero para la inversión en proyectos de energía renovable a gran escala, y la Agencia Australiana de Energía Renovable (ARENA), que proporcionó financiación para la investigación y desarrollo de tecnologías renovables.

El RET fue clave para impulsar la inversión en el parque eólico Macarthur, al garantizar un precio fijo para la electricidad producida por el proyecto durante 20 años. Esto brindó certeza y estabilidad a los inversores del proyecto, permitiéndoles obtener el financiamiento necesario para llevar a cabo la construcción del parque eólico.