Los esfuerzos son urgentes, según se dijo en un mensaje en vídeo a la sexta edición de la Asamblea Ambiental de la ONU (UNEA-6).
Nuestro planeta está al borde del abismo, los ecosistemas están colapsando, nuestro clima está implosionando y la humanidad tiene la culpa.
La UNEA es el organismo de toma de decisiones más alto del mundo sobre el medio ambiente y tiene como objetivo ayudar a restaurar la armonía entre las personas y la naturaleza.
Esta última sesión concluye el viernes y representantes de más de 180 países han estado negociando resoluciones sobre cuestiones que van desde soluciones basadas en la naturaleza y pesticidas altamente peligrosos hasta la degradación de la tierra y la sequía.
La atención de los delegados también se ha centrado en los acuerdos ambientales multilaterales (AAM). Estos acuerdos regionales e internacionales, algunos de los cuales tienen más de 50 años, han ayudado a proteger especies en peligro de extinción y limitar la contaminación química, entre otras preocupaciones.
En su mensaje del jueves, el Secretario General habló sobre las consecuencias de las crisis ambientales que enfrenta el planeta, que van desde ríos envenenados hasta el aumento del nivel del mar.
Hizo hincapié en la necesidad de actuar, incluso para acelerar el cambio hacia la energía renovable, adaptarse al clima extremo y lograr justicia climática, destacando el papel vital de la UNEA.
El Presidente de la Asamblea General de la ONU también se dirigió a la UNEA-6, centrando sus comentarios en la conexión entre un medio ambiente saludable y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
El jefe de la OMS habló del vínculo entre la salud de los seres humanos, los animales y el medio ambiente, destacando las amenazas a la salud derivadas del cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad.
Con el “paciente” en peligro, se pidió transformar los sistemas de energía, transporte, alimentación y salud, y trabajar por una acción multilateral eficaz, inclusiva y sostenible.