Desde la década de 1980, los científicos han notado un aumento en la actividad sísmica en la región de la Sierra Nevada en California. La Caldera del Valle Largo se encuentra sobre un supervolcán inactivo que en el pasado ha tenido erupciones masivas. Sin embargo, investigadores de Caltech no creen que la región esté preparándose para otra erupción de este tipo.
Utilizando imágenes subterráneas detalladas, los científicos han descubierto que la actividad reciente se debe a la liberación de fluidos y gases a medida que el área se enfría y asienta. A través de mediciones de ondas sísmicas generadas por terremotos, se ha creado una imagen de alta resolución de la estructura de la tierra debajo de la caldera.
El equipo de investigación utilizó cables de fibra óptica para realizar mediciones sísmicas en un proceso llamado detección acústica distribuida. Este método permitió obtener imágenes más profundas y detalladas de la corteza terrestre que no se habían logrado anteriormente. Además, están planeando utilizar un cable aún más largo para obtener imágenes a mayor profundidad y comprender mejor el comportamiento de la corteza terrestre en la zona.
El estudio, titulado «Una tapa de la corteza superior sobre la cámara de magma de Long Valley», cuenta con la participación de científicos de Caltech y otras instituciones, y ha sido financiado por organismos como la Fundación Nacional de Ciencias y la Fundación Gordon y Betty Moore.