El actual debate político sobre política industrial no reconoce honestamente todo lo que ya está decidido, desde los presupuestos de recuperación de la UE hasta los objetivos climáticos para 2030, según Sandrine Dixson-Declève y Janez Potočnik. Dixson-Declève es la presidenta del Club de Roma y embajadora para Europa ante la Comisión de Transiciones Energéticas, mientras que Potočnik es copresidente del Panel Internacional de Recursos y socio de SYSTEMIQ.
Las decisiones de la Comisión Europea sobre la Estrategia Industrial de la UE determinarán la fortaleza de la recuperación de Europa y su competitividad en línea con los principios del Pacto Verde Europeo para las próximas décadas. La estrategia debe mostrar que el Pacto Verde y sus objetivos ambientales y sociales van más allá de la ambición en papel, y que el liderazgo europeo en política industrial debe basarse en un enfoque de Industria 5.0 que promueva la resiliencia económica, social y ambiental.
En lugar de confundir a la industria y a los financieros con nuevos debates, la estrategia debe explicar claramente las implicaciones de las decisiones ya tomadas. Cinco enfoques clave pueden ayudar a establecer una dirección estratégica y sistémica para los innovadores e inversores de la industria, basados en la Brújula del Cambio del Sistema de la UE respaldada por el presidente de la Comisión.
La estrategia debe enfrentar de frente los objetivos climáticos, de biodiversidad y de contaminación, y ser explícita sobre las transformaciones necesarias para lograrlos. La descarbonización total de la industria requiere inversiones en energía limpia y combustibles limpios, así como reducciones en el consumo de materiales. Es importante establecer vías de transformación industrial que prioricen la eficiencia de los recursos.
Además, la estrategia debe garantizar que todos los incentivos del mercado apoyen la transformación industrial sostenible, reutilizando subsidios a los combustibles fósiles y a la agricultura que agotan la naturaleza. También es clave involucrar a líderes empresariales del mañana en la toma de decisiones y adoptar nuevos indicadores de prosperidad que no estén centrados únicamente en el crecimiento del PIB.
En resumen, la Estrategia Industrial de la UE debe orientarse hacia un enfoque sistémico y estratégico para cumplir con los objetivos del Pacto Verde y crear una Europa justa, sana y competitiva.