Pero en lugar de seguir la táctica de Shell y BP de apoyar resoluciones similares, Exxon solicitó a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) excluir su resolución incluso de ser sometida a votación.
¿Realmente pensó Exxon que la SEC, que se enfrentaba a ella misma, ignoraría las llamadas de inversores para actuar más en materia de clima? Parece que Exxon está utilizando tácticas obsoletas en un juego cuyas reglas han cambiado fundamentalmente. Estas tácticas son un indicador preocupante de la capacidad de la empresa para manejar el riesgo mucho mayor que plantea una transición baja en carbono.
La SEC rechazó los argumentos de Exxon y permitió votaciones sobre resoluciones clave sobre cambio climático, brindando a los accionistas la oportunidad de expresar sus opiniones. Los inversores deben asegurarse de que la junta directiva de Exxon esté siguiendo el camino correcto, o al menos reconocer que actualmente están en el camino equivocado.
La respuesta inicial de la compañía a las acusaciones hechas por estudiantes de periodismo de Columbia a través del Los Ángeles Times sobre lo que Exxon sabía y revelaba sobre el cambio climático fue criticada. Exxon desafió los informes llamándolos «cosecha de la cereza» y «declaraciones distorsionadas». Incluso exigieron una investigación formal, pero recibieron una respuesta mordaz del decano de la Escuela de Periodismo de Columbia.
El aparato de relaciones públicas de la industria petrolera se levantó en defensa de Exxon acusando a financiadores de investigación de influir en informes críticos. Exxon incluso desacreditó los informes y a los financiadores, con expertos en gestión de crisis instándolos a disculparse.
Exxon parece ignorar las ironías de financiar luchas contra la mitigación del clima mientras desafía la ciencia climática. Su respuesta a las investigaciones de los Fiscales Generales de Massachusetts y las Islas Vírgenes de EE. UU. advierte sobre el efecto paralizante de las investigaciones en empresas, aunque las acusaciones aún deben ser investigadas.
El éxito del Acuerdo de París requiere cambios legislativos y corporativos transformadores. En este contexto, ¿cuál sería la acción más perjudicial para la sociedad en la lucha contra el cambio climático? ¿La de Exxon o los Fiscales Generales?
Luisa Rouse es consultor de campañas de inversión para Greenpeace Reino Unido. Edades de Noemí es abogado y activista de Greenpeace USA.
Este artículo fue publicado originalmente por Greenpeace Energydesk, con informes adicionales de El Ecologista.