La generación anual de electricidad nuclear ha disminuido significativamente en los últimos años, con menos reactores en funcionamiento y una capacidad instalada comparable a la de hace dos décadas. Los riesgos financieros y de seguridad asociados con la energía nuclear también plantean preocupaciones, lo que ha llevado a un aumento en los costos de construcción y una mayor dependencia de los subsidios públicos. A nivel mundial, la construcción de nuevas plantas nucleares enfrenta desafíos, con numerosos proyectos experimentando retrasos significativos. Mientras tanto, Alemania ha tomado la decisión de eliminar progresivamente la energía nuclear en favor de las energías renovables, logrando reducir las emisiones de carbono y aumentar la generación de energía limpia. La transición energética hacia fuentes renovables y descentralizadas se presenta como una solución sostenible y eficaz para el futuro.