Dos mil millones de personas en todo el mundo carecen de servicios adecuados de recolección de residuos, lo que está causando un aumento en la contaminación plástica en los océanos y ríos, especialmente en el sur global. Se estima que se necesitarían 500,000 personas conectadas diariamente a servicios de recolección de residuos en todo el mundo para reciclar todo el plástico para el año 2040. La recolección de plástico usado es crucial para establecer una economía circular en la industria y reducir el uso de combustibles fósiles para la producción de plásticos nuevos. En Europa se recogen 30 millones de toneladas de residuos plásticos cada año, pero el 85% acaba incinerado o en vertederos, lo que se considera un desperdicio de recursos valiosos.
Para alcanzar los objetivos de reciclaje de la UE, se necesitan sistemas de recolección de residuos más sistemáticos y armonizados en toda Europa, ya que actualmente los estados miembros no cuentan con condiciones ideales para fomentar el reciclaje. Algunas empresas están optando por el reciclaje químico para aumentar el uso de material reciclado en la fabricación de nuevos plásticos, aunque esta técnica plantea preocupaciones ambientales debido al consumo de energía y las emisiones de carbono.
A pesar de las ventajas del reciclaje químico, aún existen desafíos que deben abordarse, como las necesidades energéticas, la huella de carbono y la viabilidad económica. Algunos ambientalistas consideran que el reciclaje químico no es una solución sostenible a la contaminación plástica y abogan por la reutilización como alternativa. La Comisión Europea menciona brevemente el reciclaje químico en su nueva estrategia sobre productos químicos, pero destaca la importancia de garantizar un desempeño ambiental positivo en todo el ciclo de vida del sistema.