La isla del Océano Índico es una de las más pobres de África, donde la mayoría de la población se dedica a la pesca en tierra y mar. Este lugar, al igual que otros países de la región, está sufriendo los efectos del cambio climático. Gastón Imbola, presidente de la asociación local de pescadores, destaca la peligrosidad de pescar debido a los vientos más fuertes y al clima impredecible, lo que ha causado accidentes y pérdidas de vidas. Por su parte, Valencia Assanaly, coordinador del proyecto Eco-Langosta del Sur de la OIT, reconoce que el cambio climático está afectando la pesca en la región, con un aumento de la temperatura del mar y vientos más fuertes.
La OIT está trabajando para apoyar a los pescadores en Mokala, no solo diversificando sus fuentes de ingresos, sino también brindando herramientas para pescar de manera más segura, como sistemas de alerta temprana. La digitalización de este sistema ha permitido a los pescadores recibir información por mensajes de texto, lo que les ayuda a tomar decisiones más seguras. Además, se está promoviendo la diversificación de recursos de ingresos y la sostenibilidad de la pesca de langosta, principal fuente de ingresos de la comunidad.
La temporada de langosta coincide con uno de los peores climas en el mar, pero es una fuente de beneficio importante para la comunidad de pescadores en Mokala. La OIT también está apoyando a los pescadores para que se organicen y conozcan sus derechos, asegurando un ambiente de trabajo digno. La FAO también ha brindado apoyo a la comunidad pesquera de la aldea de Mokala con equipamiento, formación y recursos para garantizar la seguridad en el mar.