La oruga procesionaria es considerada peligrosa para las personas y puede ser mortal para los perros.
MADRID, 1 de febrero (EUROPA PRESS) – La Asociación Nacional de Empresas de Salud Ambiental (ANECPLA) ha advertido sobre la llegada de la plaga de la oruga procesionaria, que ahora se presenta en pleno invierno en lugar de en los meses de marzo a junio, y ha solicitado a los gobiernos locales que realicen campañas de prevención anuales en otoño para evitar los efectos nocivos de esta plaga.
La ANECPLA señala que el mes de enero pasado registró temperaturas superiores a los 30 grados en algunas zonas de España, lo que ha provocado la aparición de la plaga de la procesionaria del pino (‘Thaumetopoea pityocampa’).
El director general de ANECPLA, Jorge Galván, ha expresado la necesidad de anticiparse a los peligros que puede causar esta plaga, especialmente debido al aumento de las restricciones legales a los biocidas utilizados para gestionarla.
Galván destaca la importancia de la prevención y menciona que el método químico permitido por ley para tratar la procesionaria del pino es la endoterapia, que debe ser realizado por profesionales especializados.
La ANECPLA advierte que el contacto con la procesionaria puede causar desde dermatitis hasta lesiones oculares, urticaria y reacciones alérgicas, debido a la liberación de histamina. Además, advierte que el contacto con los pelos de las orugas puede ser especialmente peligroso para los perros, pudiendo llegar a causar la muerte.
En resumen, la plaga de la oruga procesionaria es un peligro para la salud humana y animal, y se requiere una acción preventiva para minimizar sus efectos nocivos.