Una parte del problema radica en los gobiernos, quienes han convertido el turismo en una forma de financiar proyectos de conservación. Suju Kali, un elefante de 50 años en Nepal, ha pasado más de 30 años transportando turistas, mostrando signos de ansiedad y agresión. Muchos animales están atrapados en la industria del turismo, con poca supervisión y falta de seguridad tanto para los animales como para los turistas. El turismo de vida silvestre es un negocio complicado, y muchos lugares están tratando de implementar prácticas éticas para el cuidado de los animales. Sin embargo, algunos programas etiquetados como «éticos» pueden tener consecuencias negativas para la vida silvestre y las comunidades locales. Para ser un turista ético, es importante investigar el lugar que se quiere visitar y buscar señales de maltrato animal. Apoyar a las pequeñas empresas locales y utilizar proveedores de servicios locales también puede ayudar a reducir el impacto en la vida silvestre y apoyar a las comunidades locales. Estas acciones pueden ser un buen comienzo para fomentar un turismo más respetuoso con los animales.
Inicio Medio Ambiente El turismo con elefantes a menudo implica crueldad: aquí hay pasos hacia excursiones más humanas y amigables con los animales.