Alfonso Villares, el Concejal de Mar de la Xunta de Galicia, desestimó las preocupaciones sobre los efectos adversos del vertido de pellets en las costas españolas al afirmar que los pellets no son tóxicos y no afectan a la fauna y flora del entorno. Días después, el Gobierno de Alfonso Rueda difundió un informe que enfatizaba que los plásticos no eran tóxicos y que eran «aptos para el consumo».

Sin embargo, un análisis científico realizado por la Universidad de La Coruña reveló que el vertido contenía sustancias tóxicas que fueron ocultadas en el informe difundido por el Gobierno.

A pesar de los intentos de la Xunta por minimizar los impactos del plástico, se han recopilado evidencias de que los microplásticos, como los pellets, pueden tener impactos negativos en la salud humana, como el desarrollo de cáncer, enfermedades degenerativas, problemas cognitivos, e incluso la contaminación de la placenta y la leche materna.

Inducen cáncer a largo plazo

Un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona concluyó que la exposición a microplásticos estaba relacionada con el desarrollo a largo plazo de ciertos tipos de cáncer.

El análisis también reveló la presencia de restos plásticos en órganos como el hígado, riñones y bazo.

Desequilibrio intestinal

Un estudio realizado por profesionales del CSIC reveló que la ingestión de microplásticos reduce la diversidad bacteriana de la microbiota colónica, lo que genera un desequilibrio de los organismos presentes.

La presencia de estas partículas plásticas en el colon reduce la presencia de bacterias «conocidas por sus efectos positivos para la salud», y aumenta la presencia de grupos de microbios relacionados con el desarrollo de patologías intestinales.

Problemas de aprendizaje y Parkinson

Un estudio del Instituto de Investigaciones Biosanitarias de Granada detalló que la exposición al Bisfenol A, presente en utensilios plásticos, podría provocar problemas cognitivos en niños y problemas neurodegenerativos en adolescentes.

La ingestión prolongada de microplásticos también se relaciona con un aumento de enfermedades neurodegenerativas, como Alzheimer y Parkinson, según una investigación reciente de la Universidad de Duke publicada en Avances Científicos.

Problemas respiratorios y presencia en la sangre.

La presencia de microplásticos en zonas profundas del tejido pulmonar humano y en la sangre también ha sido documentada en investigaciones científicas.

La Universidad Libre de Amsterdam detectó la presencia de microplásticos en sangre humana, lo que equivale a una cucharada de plástico por cada 1.000 litros de sangre.

Placenta y leche materna con plásticos

Varios estudios han detectado restos de microplásticos en la placenta humana y en la leche materna, lo que sugiere que la contaminación por plásticos comienza incluso antes del nacimiento.