El Gobierno central y la Junta de Andalucía han acordado este jueves cofinanciar la llegada de embarcaciones con agua a la comunidad si la situación de sequía lo requiere, similar a lo acordado con Cataluña. Los recursos provendrían de plantas desaladoras que actualmente no están a plena capacidad y que no son propiedad del Estado.
Este es el principal acuerdo alcanzado por el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, quienes se reunieron en Sevilla para abordar soluciones a la dura situación de sequía que enfrenta la comunidad.
Según Moreno, esta medida sería «el último recurso» en caso de necesidad, el «recurso límite». De aplicarse, el Estado financiaría la producción de agua y la infraestructura para conectar la desaladora a los barcos, mientras que la Junta de Andalucía se encargaría del transporte por barco hasta los puertos de Málaga, Algeciras (Cádiz) o Carboneras (Almería).
La Junta prevé la llegada de un barco por día, con hasta 100,000 metros cúbicos de capacidad y un gasto de 5 millones al mes, ascendiendo a unos 20 millones durante la temporada de verano. Además, el Ejecutivo central ya ha localizado algunas desaladoras en el Mediterráneo que no están a pleno rendimiento y que no son de titularidad pública.
En cuanto a los lugares más afectados, la situación en la Costa de Málaga en verano es crítica, con un consumo diario de agua potable muy alto. También se mencionó la situación delicada en el Valle de los Pedroches y en la Axarquía malagueña.
Para hacer frente a la sequía, se contempla aumentar la capacidad de desalinización en diversas plantas. Ribera destacó la importancia de trabajar juntos entre ambas administraciones para afrontar momentos complicados debido a la sequía, mientras que Moreno hizo hincapié en el esfuerzo coordinado para solucionar el déficit hídrico, continuando con reuniones semanales para avanzar en este trabajo.