La intensa sequía que afecta a Andalucía desde hace cinco años ha recibido un respiro significativo para sus 80 embalses después de las copiosas lluvias a principios de marzo. En solo cuatro días, se acumuló un total de 285 hectómetros cúbicos de agua, lo que representa un aumento del 2,38% con respecto a la semana anterior, según datos proporcionados por el Ministerio de Transición Ecológica y el Departamento de Agricultura. En total, la cantidad de agua embalsada en toda la comunidad autónoma alcanza los 3.398 hectómetros cúbicos, lo que equivale al 28% de su capacidad total de 11.994 hectómetros. A pesar de que las precipitaciones han sido desiguales en todo el territorio, la nueva situación hídrica ha permitido protegerse de la amenaza de restricciones inminentes en algunas capitales de provincia, como lo anunció el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, el pasado enero. Córdoba, Sevilla y Málaga, citadas por el presidente andaluz en ese momento, han aumentado considerablemente sus reservas y cuentan con un suministro garantizado, al menos hasta después del verano. Los seis embalses que abastecen a Sevilla están ahora al 47%, con un total de 304 hectómetros cúbicos, un nivel que no se alcanzaba desde julio de 2022. El embalse más grande de la ciudad, Melonares, cuenta con 185 hectómetros cúbicos y se encuentra al 58% de su capacidad. A pesar de las recientes lluvias, Emasesa mantiene la alerta por sequía. En lo que va del año hidrológico, la provincia de Sevilla ha registrado 156 hectómetros cúbicos de agua, más del doble que en el mismo período del año pasado (70 hm) y casi el triple que en 2021-22 (57 hm). A pesar de que los embalses de la provincia de Sevilla tienen una situación casi idéntica a la del año pasado en términos de volumen de agua almacenada (378 hm en 2023 frente a 375 hm en 2022), se observa una preocupante disminución del 27% si se compara con la media de los últimos diez años. Sevilla (41%) y Huelva (42%) son las provincias con más reservas de agua, mientras que Almería apenas supera el 8% en sus embalses, siendo la única provincia andaluza que ha perdido agua en sus pantanos tras las lluvias de marzo. A nivel estatal, Almería, junto con Barcelona, tiene los registros más bajos de agua embalsada y una infraestructura hidrológica deficiente, con una capacidad máxima de apenas 224 hectómetros cúbicos. Málaga ha acumulado nueve hectómetros cúbicos en las últimas lluvias, equivalente a casi dos meses de consumo en la capital. En total, la provincia tiene almacenados 110 hectómetros cúbicos de agua, insuficientes para abastecer los 114 hm necesarios para el consumo doméstico anual. A pesar de las abundantes lluvias, Málaga sigue teniendo un preocupante déficit hídrico, con una disminución del 20% en comparación con el año pasado. En enero pasado, 15 municipios de la provincia sufrieron cortes de electricidad de hasta 14 horas diarias debido a la sequía. Sin embargo, la situación ha mejorado significativamente en Córdoba, donde alrededor de 80.000 personas en el norte de la provincia finalmente podrán consumir agua potable después de casi un año sin suministro doméstico. El embalse de Sierra Boyera ha acumulado cinco hectómetros cúbicos de agua, suficientes para garantizar el suministro durante un año. En la provincia de Córdoba, los embalses de San Rafael y Guadalmellato superan el 50% de su capacidad y suman un total de 150 hectómetros cúbicos, suficientes para el consumo anual de la ciudad. En total, la provincia tiene reservados 821 hectómetros cúbicos de agua, el 24% de su capacidad total. La situación actual representa una mejora del 5% con respecto al año pasado, pero sigue estando lejos de la media de los últimos diez años, que era del 51%. En general, Andalucía ha experimentado un alivio significativo en el estado de sus reservas hidrológicas. Aunque la situación sigue siendo preocupante en algunas zonas, se ha evitado la necesidad de imponer restricciones en Sevilla y Córdoba, al menos hasta después del verano. Las regiones más afectadas por la sequía, como el Campo de Gibraltar, han experimentado un ligero aumento en sus reservas, aunque siguen enfrentando limitaciones en el consumo interno. La provincia de Cádiz también sigue en sequía, con el embalse de Guadalcacín al 16% de su capacidad, la mitad de lo que estaba hace un año. A pesar de los avances en la gestión del agua, Andalucía sigue enfrentando desafíos en términos de reservas hídricas, pero la situación ha mejorado desde enero y se espera una reducción en las restricciones en las próximas semanas.