Para identificar y restaurar corredores, es crucial aprovechar los avances en ecología del paisaje y no depender únicamente del conocimiento de los expertos. La fragmentación de la población puede aumentar el riesgo de extinción de especies en peligro, como el elefante asiático, al aislar las poblaciones. Proteger su hábitat y garantizar la conectividad a través de corredores es fundamental para mantener una población genéticamente viable y conservar la biodiversidad. Sin embargo, los esfuerzos para reconectar los corredores deben planificarse cuidadosamente.
El concepto de corredor definido en la década de 1960 como una extensión de tierra que une dos reservas, ha evolucionado para incluir aspectos del comportamiento animal, la fisiología y la biología evolutiva. Ahora, los avances en SIG y datos geoespaciales han permitido desarrollar métodos más precisos para identificar corredores, como el uso de cámaras trampa, telemetría satelital y análisis genéticos.
Un enfoque científico basado en datos de movimiento animal y variables ambientales ha llevado a la creación de mapas de conectividad que reflejan la biología de las especies. Estos mapas identifican áreas con mayor conectividad que guían la planificación de la conservación de especies clave, como el elefante asiático.
Es importante desarrollar un marco nacional basado en métodos científicos recientes que utilicen datos de movimiento para garantizar la conectividad del hábitat y la conservación efectiva de especies clave. Los avances en ecología del paisaje están transformando la forma en que se identifican y restauran los corredores, mejorando así la conservación de la biodiversidad. Jean-Philippe Puyravaud, Samuel A Cushman y Priya Davidar son ecologistas con experiencia en este campo.