Importantes políticos han criticado duramente a la protesta a gran escala del grupo de acción climática Última Generación en las autopistas austriacas, la cual resultó en 57 detenciones.
El lunes, los miembros del capítulo austriaco de Last Generation se pegaron a la autopista, bloqueando puntos estratégicos de acceso a Viena y provocando atascos de hasta 10 kilómetros de longitud. La última Generación es conocida por pegarse a las carreteras y desfigurar yates y pinturas.
El canciller Karl Nehammer explicó que no simpatiza con el bloqueo de autopistas por parte de activistas climáticos con pegamento. Además, añadió que los activistas, además de causar daños económicos, «envenenan el clima social».
Los activistas afirmaron haber sido objeto de una «agresión masiva» por parte de los conductores, pero también indicaron que «entienden la frustración de los conductores», y que «la violencia no es la respuesta».
Para abordar el nuevo enfoque de los activistas de consolidarse en las carreteras, Nehammer dijo al periódico Kronen Zeitung que las fuerzas policiales estarían equipadas con equipo pesado.
En cuanto a la policía, afirmó haber detenido a 30 activistas en Baja Austria y otros 27 en Viena y confirmó que estaba investigando a un conductor que intentó atropellar a un activista.
Mientras tanto, el capítulo alemán del grupo activista está considerando un cambio de táctica a medida que miembros clave son encarcelados y el esperado levantamiento masivo provocado por sus protestas aún no se ha materializado.
(Nikolaus J. Kurmayer | Euractiv.de)