Los objetivos de la comunidad en términos de protección de la biodiversidad y conservación natural se han visto cuestionados después de que el Consejo de la Unión Europea bloqueara la aprobación de la Ley Europea de Restauración de la Naturaleza en su etapa final. Esta ley, aprobada en febrero por el Parlamento Europeo a propuesta de la Comisión Europea, busca restaurar el 20% de los ecosistemas degradados para 2030 y el resto para mediados de siglo, promoviendo una agricultura sostenible en armonía con el medio ambiente. Sin embargo, el Consejo de Medio Ambiente rechazó su aprobación, dejándolo en punto muerto.
El Comisario Europeo de Medio Ambiente expresó su perplejidad ante esta decisión, destacando la importancia de esta ley para cumplir con los compromisos climáticos y de conservación de la biodiversidad. A pesar de los beneficios económicos previstos por la Comisión, la oposición de ciertos partidos políticos y países impidió su aprobación. Organizaciones conservacionistas calificaron este revés como un retroceso grave para la naturaleza y la democracia europea.
En declaraciones, un activista medioambiental instó a buscar el sentido común y la colaboración para avanzar en la sostenibilidad sin descuidar la protección y restauración de la naturaleza. Destacó la importancia de trabajar juntos para lograr beneficios tanto para la agricultura como para la naturaleza y la población en general.