La mayor empresa petrolera del mundo, Saudi Aramco, ha sido acusada de promover combustibles «sostenibles» de manera engañosa, a pesar de que el 99,99% de su producción proviene de combustibles fósiles. Las quejas han sido presentadas ante los reguladores del Reino Unido y los Países Bajos, acusando a Aramco de «lavado verde».
Las quejas señalan que Aramco ha hecho afirmaciones engañosas sobre sus combustibles, utilizando términos confusos y engañosos como «avanzados» y «bajos en carbono». Los activistas señalan que estos combustibles no son una solución escalable para descarbonizar el transporte, ya que requieren enormes cantidades de energía para producirse.
Además, se ha acusado a la compañía de oscurecer el hecho de que su producción está mayormente orientada a los combustibles fósiles, a pesar de sus afirmaciones sobre la producción de combustibles electrónicos.
La Fórmula Uno (F1) también ha sido acusada de colaborar con Aramco en la promoción de combustibles sostenibles. Se ha cuestionado la presión ejercida por la F1 sobre la Comisión Europea en nombre de Aramco, lo que ha generado dudas sobre los intereses de la F1 en presionar para debilitar la eliminación progresiva de los motores de combustión interna.
La F1 ha respondido afirmando que cree en el potencial de los combustibles sostenibles para descarbonizar los vehículos hasta 2035, y ha compartido activamente su evidencia y puntos de vista con los responsables políticos.
El New Weather Institute y otros grupos de campaña esperan obtener una victoria similar con la F1, como la que lograron el año pasado con la FIFA, en la que se demostró que la Copa Mundial de Qatar no sería neutra en carbono, a pesar de las afirmaciones del organismo rector del fútbol.
Se ha contactado a Saudi Aramco y al Financial Times, citado como coacusado en las quejas, para solicitar comentarios.