Muchas celebridades están siendo criticadas por sus altas emisiones de carbono, por lo que están optando por compensarlas. Sin embargo, ¿es efectiva esta práctica en la lucha contra el cambio climático?
Hollywood está en el foco de atención, ya que algunas de sus estrellas más importantes han defendido la lucha contra el cambio climático, pero otras han sido acusadas de un estilo de vida derrochador y de emisiones no reguladas. La mayoría de las emisiones, especialmente las relacionadas con la aviación, provienen del 1 por ciento más rico de la sociedad, lo que ha llevado a una reacción negativa hacia celebridades como Taylor Swift y Kim Kardashian, que han sido criticadas por su uso de jets privados.
Muchas celebridades han optado por comprar créditos de carbono para compensar sus emisiones, con el fin de reducir su impacto ambiental y mejorar su imagen pública. Sin embargo, esta práctica plantea la pregunta de si realmente es efectiva en la lucha contra el cambio climático.
La compensación de carbono tradicionalmente implica la compra de créditos certificados por organismos acreditados para financiar iniciativas que reduzcan las emisiones de CO2. Estos proyectos incluyen inversiones en energía renovable, reforestación y conservación, así como la ayuda a comunidades empobrecidas para reducir sus emisiones.
Si bien la compensación de carbono se ha convertido en un negocio lucrativo, con un valor de 306.900 millones de euros en 2022 y un mercado en constante crecimiento, la mayoría de los expertos en cambio climático no están convencidos de su efectividad. Aunque la reforestación y otros proyectos pueden ayudar, no abordan el problema de raíz, y la ciencia demuestra que es más importante evitar o reducir las emisiones que tratar de compensarlas después.
Aunque las celebridades están tomando medidas para compensar sus emisiones, muchos científicos del clima creen que la mejor manera de combatir el cambio climático es reduciendo las emisiones en primer lugar. A pesar de que las celebridades no son totalmente responsables del problema, podrían usar su plataforma para predicar un estilo de vida con bajas emisiones, en lugar de respaldar una evasión más perezosa.