El centro industrial de Italia tiene un largo camino por recorrer para alcanzar el objetivo de la UE de contaminación atmosférica cero. Sentada en la mesa de su cocina en Módena, en la provincia italiana de Emilia Romagna, Valentina revisa los historiales médicos suyo y de su esposo. Ambos han enfrentado el cáncer en sus vidas, siendo común en su familia. El valle del Po donde viven es uno de los lugares más contaminados de Europa en cuanto a calidad del aire, con grandes ciudades como Milán y Turín sufriendo fuertes niveles de contaminantes. Los vínculos entre la contaminación del aire y la mala salud son evidentes, con productos nocivos como el dióxido de nitrógeno y las partículas inhalables causando riesgos para la salud de los habitantes del valle del Po. A pesar de algunas mejoras en los últimos años, todavía se necesita un esfuerzo mayor para reducir la contaminación a niveles aceptables por la legislación de la UE. La región está luchando contra sus limitaciones geográficas, meteorológicas, políticas y económicas para lograr un aire limpio. Las organizaciones ambientales están de acuerdo en que se necesita una mejor campaña de información para concienciar a la población sobre los peligros de la contaminación. La UE se ha propuesto reducir la contaminación del aire hasta llegar a cero en 2050, un desafío para regiones como el valle del Po en Italia.