Numerosas comunidades pequeñas enfrentan graves dificultades para encontrar agua potable, ya que los pozos en los que dependen se están secando. Esta situación ha llevado a muchas personas a tener que buscar fuentes naturales de agua, como manantiales, incluso en bosques, para llevarla a sus hogares en jarras de plástico. La sequía en España ha llegado a tal punto que se han declarado emergencias en varias regiones y la población siente los efectos de la escasez, especialmente en pequeños pueblos y aldeas. Los embalses que suministran agua a millones de personas se encuentran en niveles históricamente bajos, y las autoridades han implementado restricciones en el uso de agua e incluso amenazan con multar a quienes no las cumplan. Además, la severa sequía está afectando a los animales de ganado y el riego de cultivos, lo que podría tener un impacto negativo en la economía rural. A pesar de contar con sistemas costosos de desalinización y depuración de agua, las autoridades están considerando la posibilidad de transportar agua potable a regiones afectadas. Este escenario se torna más preocupante si se tiene en cuenta que se espera que las sequías sean más intensas y frecuentes debido al cambio climático.