El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente estima que los países en desarrollo requerirán hasta 364 billones de euros anuales en financiación pública para adaptarse al cambio climático en esta década.
Existe una presión creciente para llevar a cabo reformas financieras globales que ayuden a los países en desarrollo a hacer frente al cambio climático. Una carta abierta fue enviada a los líderes del G20 antes de las reuniones anuales del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) de esta semana, instándolos a poner fin a la «deuda paralizante» de los países en desarrollo e implementar nuevas medidas para que «los contaminantes paguen».
Entre los firmantes se encuentran figuras como la ex primera ministra de Dinamarca, Helle Thorning-Schmidt, la ex primera ministra de Nueva Zelanda, Helen Clark, la arquitecta del Acuerdo de París, Christiana Figueres, y otras celebridades e influenciadores.
Un grupo de más de 100 actores, políticos, artistas y expertos enfatiza que los líderes mundiales deben triplicar su apoyo financiero para la mitigación del cambio climático y abordar la «deuda injusta» que consideran como una acción preventiva.
La carta, coordinada por Project Everyone, menciona que el mundo está experimentando conflictos, inseguridad alimentaria, pérdida de biodiversidad y una inflación creciente, agravadas por el cambio climático. Se destaca la amenaza a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y se insta a los líderes a seguir con el legado de los arquitectos del Banco Mundial y el FMI.
Otro punto mencionado es que es necesario reformar los bancos de desarrollo para que funcionen de manera más efectiva para los países en desarrollo, incorporando el clima en sus decisiones y construyendo un sistema financiero que se adapte al siglo XXI.
Un informe reciente revela que una deuda récord podría impedir que los países en desarrollo tomen medidas climáticas, subrayando la necesidad de urgentes reformas financieras globales. Por ejemplo, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente estima que los países en desarrollo necesitarán hasta 343.000 millones de euros anuales en financiación pública para la adaptación al cambio climático en esta década.
En el último año del que hay datos disponibles, 2021, los países desarrollados solo proporcionaron 20.000 millones de euros en financiación para este fin.