Una granja ganadera en Australia que previamente había logrado ser neutra en carbono ya no puede compensar sus emisiones. Jigsaw Farms, en el suroeste de Victoria, en 2011 fue reconocida por ser carbono neutral, pero desde 2017 ha estado emitiendo más gases de efecto invernadero de los que puede capturar.
A pesar de que la granja se enorgullecía de neutralizar sus emisiones mediante la plantación de árboles y el cuidado del suelo, un nuevo informe señala que este equilibrio duró relativamente poco. Según el informe, la granja capturó entre el 70,3 y el 83 por ciento de sus emisiones anuales en 2021, pero el modelo predice que para el 2031 solo absorberá poco más de la mitad de lo que capturó en 2012.
El potencial crecimiento y la disminución del secuestro de carbono por los árboles y suelos saturados de carbono son factores que contribuyen al cambio en el estatus de carbono neutral de la granja. Los agricultores, Mark Wootton y Eve Kantor, siguen creyendo en los beneficios de la agricultura regenerativa y mantienen una mentalidad abierta hacia el camino para lograr un balance de carbono neto.
Otros agricultores también están implementando estrategias para alcanzar la neutralidad de carbono, como la rotación de cultivos, la protección de árboles y la selección cuidadosa del ganado. Reducir el metano de las vacas y el uso de plantas perennes para absorber carbono son otras estrategias en desarrollo.
A pesar de los esfuerzos de granjas individuales como Jigsaw, la agricultura neutra en carbono a la escala en la que se demanda carne es inviable. Se necesitan enfoques globales para abordar el cambio climático y la pérdida de biodiversidad causada por la producción de alimentos.