El equipo está colaborando con autoridades locales y la sociedad civil para encontrar soluciones a los desafíos ambientales de Sudán del Sur, abordando el problema de residuos plásticos que fluyen hacia el río Nilo. Sudán del Sur es uno de los países más vulnerables al clima del mundo, enfrentando inundaciones y sequías que afectan a aproximadamente un millón de personas cada año. La gestión deficiente de desechos plásticos pone en peligro servicios ecosistémicos, la salud humana y la prosperidad económica.
Para abordar estos desafíos, la científica climática Shazneen Cyrus Gazdar y su equipo están trabajando con la comunidad para encontrar soluciones creativas, como construir estructuras esenciales reutilizando botellas de plástico. Además de contribuir a la lucha contra la contaminación plástica, esta iniciativa también proporciona empleo a mujeres y jóvenes locales.
Además, planean construir puntos de recolección de residuos para apoyar una planta de gestión de residuos en la ciudad de Juba y un centro de excelencia para mujeres policías. Este centro ofrecerá un espacio seguro y estable para trabajar para las mujeres policías en un entorno en el que actualmente no tienen baños ni espacios privados.
Utilizando botellas de plástico reutilizadas como ladrillos para construir edificios, el equipo también está contribuyendo a la lucha contra el cambio climático, ya que se utiliza un tercio menos de cemento en estas construcciones y los edificios pueden resistir tormentas tropicales masivas e incluso pequeños terremotos.
Además, la Sra. Gazdar comparte un truco para crear bombillas de energía cero utilizando botellas de plástico con agua y cloro, que pueden ser utilizadas para edificios energéticamente eficientes. Este enfoque innovador demuestra cómo la reutilización de plástico puede no solo abordar la contaminación, sino también contribuir a soluciones sostenibles y generar empleo en Sudán del Sur.