Un equipo de investigadores ha descubierto un gran depósito de agua atrapado en el sedimento y la roca de una meseta volcánica en lo profundo de la corteza terrestre. Esta agua se encuentra a dos millas debajo del fondo del océano frente a la costa de Nueva Zelanda y puede estar afectando una importante falla sísmica que enfrenta la Isla Norte del país, según una imagen sísmica en 3D revelada.
La falla es conocida por producir terremotos en cámara lenta, conocidos como eventos de deslizamiento lento, que liberan presión tectónica de manera inofensiva durante días y semanas. Los científicos quieren entender por qué estos eventos ocurren con más frecuencia en algunas fallas que en otras.
Este descubrimiento es relevante ya que proporciona evidencia geológica directa de la presencia de un gran depósito de agua en esta falla particular de Nueva Zelanda, algo que se creía pero no se había comprobado. Los investigadores instan a realizar perforaciones más profundas para comprender el efecto del agua en la falla y así mejorar la comprensión de los grandes terremotos.
Los hallazgos sugieren que la presión del agua subterránea puede ser clave en la liberación del estrés tectónico a través de terremotos de deslizamiento lento. Este proceso se da cuando los sedimentos ricos en agua quedan atrapados junto a la falla, liberando el agua bajo tierra. En este caso, los antiguos volcanes y las rocas transformadas están llevando grandes cantidades de agua hacia la falla.
La investigación, publicada en Avances Científicos, fue financiada por la Fundación Nacional de Ciencias de EE. UU. y agencias científicas y de investigación de Nueva Zelanda, Japón y el Reino Unido.