En las últimas dos décadas, los desastres han tenido un impacto devastador en el mundo, cobrando la vida de más de un millón de personas y causando pérdidas económicas de casi 3 billones de dólares, según las Naciones Unidas.
Las organizaciones de ayuda en casos de desastre desempeñan un papel crucial al movilizar recursos para ayudar a las comunidades afectadas, utilizando las redes sociales para difundir información de manera rápida y extensa. Es común que estas organizaciones publiquen contenido a través de múltiples cuentas en una plataforma para representar tanto a nivel nacional como local.
Un nuevo estudio de la Universidad de Notre Dame, en colaboración con la Cruz Roja Canadiense, desafía la teoría tradicional de comunicación de crisis que sugiere que las organizaciones de ayuda deben comunicarse con una sola voz durante las operaciones de respuesta a desastres, específicamente en el caso de incendios forestales.
El estudio, titulado «¿Hablar con una sola voz? Examinando la coordinación de contenido y la participación en las redes sociales durante desastres», será publicado próximamente en la revista Investigación de Sistemas de Información. Los hallazgos sugieren que durante la fase de respuesta temprana a los incendios forestales, la coordinación de contenido entre las cuentas nacional y local puede aumentar la participación de los usuarios.
La investigación se basó en datos recopilados de Twitter durante el incendio forestal de Fort McMurray en Alberta, Canadá en 2016. Los resultados indicaron que la coincidencia de audiencia entre las cuentas nacional y local puede tener un impacto significativo en la participación del usuario, tanto de víctimas como de seguidores.
Los hallazgos del estudio también tienen implicaciones para otros tipos de desastres, siempre y cuando las organizaciones de ayuda cuenten con presencia en redes sociales y una estrategia de comunicación nacional y local. La colaboración con la Cruz Roja Canadiense fue fundamental para el éxito de la investigación.
Los coautores del estudio incluyen a investigadores de la Universidad McGill y la Universidad de Indiana.