Es probable que los bosques en las partes más frías y húmedas del noroeste del Pacífico occidental experimenten mayores aumentos en la probabilidad de incendios, tamaño y cantidad a medida que el clima se vuelve más cálido y seco, según un nuevo modelo dirigido por un científico de la Universidad Estatal de Oregón.
La comprensión de cómo pueden cambiar los regímenes de incendios en escenarios climáticos futuros es crucial para el desarrollo de estrategias de adaptación, según el autor principal del estudio, Alex Dye.
Los hallazgos fueron publicados hoy en JGR Biogeociencias.
Dye, investigador asociado en la Facultad de Silvicultura de OSU, y colaboradores del Servicio Forestal de EE. UU. realizaron simulaciones de incendios forestales en más de 23 millones de acres de tierras forestales en Oregón y Washington.
Las simulaciones sugieren que las regiones de las Cascadas del Norte de Washington, las Montañas Olímpicas, las Tierras Bajas de Puget y las Cascadas del oeste de Oregón podrían experimentar al menos el doble de actividad incendiaria en los próximos 30 años en comparación con períodos anteriores.
Los bosques en estas áreas son esenciales para múltiples sistemas socioecológicos en el noroeste, lo que significa que un aumento en los incendios podría ejercer presión sobre diversos aspectos, desde el suministro de agua hasta la biodiversidad.
Dye señaló que aunque los incendios son menos frecuentes en el noroeste en comparación con otras regiones como California, es importante considerar el riesgo potencial en estas áreas.
El cambio climático puede traer condiciones más cálidas y secas que podrían impulsar una aceleración en los incendios forestales en las próximas décadas. Es crucial considerar estos hallazgos como herramientas de planificación para prepararse adecuadamente.
Este estudio contó con la colaboración de varios investigadores de la Facultad de Silvicultura de OSU y el Servicio Forestal de EE. UU. El Centro de Evaluación de Amenazas Ambientales de las Tierras Silvestres del Oeste y la Iniciativa de Incendios Westside de la Estación de Investigación del Noroeste del Pacífico apoyaron la investigación.