Cuando las inundaciones se predicen solo con datos locales, pueden haber sorpresas desagradables. Un nuevo método mejora significativamente las predicciones al utilizar datos internacionales de áreas hidrológicamente similares.
En regiones con alto riesgo de inundación, es crucial preguntarse para qué fenómenos extremos deben diseñarse las medidas de protección. A menudo, la respuesta se encuentra en la historia, considerando las peores inundaciones de las últimas décadas o siglos como límites superiores realistas. Sin embargo, las «megainundaciones» han demostrado que este enfoque puede ser engañoso. Se producen inundaciones extremas que no se consideraban posibles según los datos locales. Un proyecto de investigación dirigido por TU Wien ha demostrado que considerando el continente europeo, estas sorpresas locales ya no son sorprendentes en absoluto. Al considerar datos de otras regiones con condiciones hidrológicas similares, la magnitud de estas «megainundaciones» se vuelve predecible, lo que tiene implicaciones significativas en la forma en que se debe dimensionar la protección contra inundaciones.
El profesor Günter Blöschl del Instituto de Ingeniería Hidráulica y Gestión de Recursos Hídricos de la Universidad Técnica de Viena destaca la dificultad de predecir la magnitud de las megainundaciones, citando las devastadoras inundaciones de 2021 en Alemania y Bélgica como ejemplo. Hasta ahora, la estrategia común ha sido examinar estadísticamente inundaciones anteriores en la región y extrapolar la probabilidad de inundaciones aún mayores. Sin embargo, un proyecto de investigación analizó datos de más de 8,000 estaciones de medición en toda Europa desde 1810 hasta 2021, utilizando datos de cuencas fluviales similares en otros lugares del continente para anticipar megainundaciones en un lugar determinado.
El equipo de investigación pudo demostrar que las inundaciones como la de 2021 en la cuenca del Rin podrían haberse anticipado utilizando esta estrategia, y estaban dentro del rango esperado si se incluyen los datos continentales. Blöschl enfatiza la importancia de ir más allá de la evaluación nacional del riesgo de inundaciones y compartir información sobre megainundaciones entre países y continentes para reducir el factor sorpresa de su ocurrencia y salvar vidas.