La principal razón para el cultivo de algas en la actualidad son los proyectos de investigación de bioenergía financiados por el Reino Unido y la UE. Aunque las algas ya se utilizan ampliamente en alimentos, los científicos marinos creen que la demanda seguirá creciendo rápidamente en los próximos años.
En el Reino Unido, se produce una cantidad relativamente modesta de algas en comparación con el panorama mundial. Se cultivan aproximadamente 10 toneladas de algas cada año en el país, mientras que a nivel global se cosechan decenas de millones de toneladas de algas marinas anualmente, siendo China, Corea y Japón los principales productores para consumo humano.
El extracto de algas se encuentra en una amplia variedad de productos y es difícil evitar su uso por completo. Sin embargo, se cree que las algas tienen un potencial aún no explorado en cuanto a beneficios para la salud y la energía.
La Asociación Escocesa de Ciencias Marinas (SAMS) está desarrollando el proyecto Horizonte 2020: MacroFuels, con el objetivo de producir biocombustibles avanzados a partir de algas o macroalgas. Se espera que este proyecto logre avances significativos en la producción de biocombustibles y desarrolle tecnología para su uso en el transporte pesado y la aviación.
Otro proyecto llamado Feedme está investigando el uso de residuos de algas como alimentos para animales después de haber sido procesados para obtener bioenergía.
En el sitio de SAMS en Kerrera se cultivan variedades de algas como Alaria esculenta, también conocida como dabberlocks o badderlocks, algas azucareras, y Palmaria palmata, conocida como dulse. Además, se están cultivando algas utilizadas en la preparación de sushi, conocidas como algas nori.
La Dra. Michele Stanley, investigadora principal en Ficología Molecular de Microalgas en SAMS, mencionó que se está buscando formas más eficientes de cultivar algas, ya que la recolección es la etapa más laboriosa del proceso. Actualmente, SAMS está investigando formas sostenibles de cultivar las algas marinas.
El Dr. Stanley también señaló la importancia de investigar en el desarrollo de una biorrefinería de algas marinas para reducir los desechos y aprovechar al máximo la biomasa producida. Se están estudiando estrategias de cultivo para otras especies de algas marinas y su uso en biorremediación.
Las algas rojas contienen carragenanos, un extracto utilizado comercialmente en alimentos, productos farmacéuticos y cosméticos. Muchas algas se cultivan para consumo humano y para la producción de agar, utilizado en alimentos y en laboratorios para cultivar bacterias.
El informe de Defra sugiere que las granjas de algas a gran escala en el Reino Unido podrían convertirse en una importante fuente de biocombustibles, siendo una alternativa local, sostenible y natural que no compite por tierras o agua dulce.
En resumen, el cultivo y la producción de algas marinas representan una oportunidad prometedora en la búsqueda de formas más sostenibles de energía y alimentación en el futuro cercano.