La generación mundial de desechos electrónicos está aumentando a un ritmo cinco veces mayor que su reciclaje y reutilización, lo que lleva a la pérdida de materiales valiosos por valor de miles de millones de dólares que terminan en la basura sin un tratamiento adecuado. Este problema no solo aumenta el riesgo de contaminación, sino que también afecta al desarrollo de tecnologías clave para la transición ecológica, como las energías renovables y los vehículos eléctricos, debido a la escasez de recursos en pocos países. Según el Cuarto Monitor Mundial de Residuos Electrónicos de la ONU, en 2022 se generaron 62 millones de toneladas de desechos electrónicos y solo se recogió y recicló adecuadamente el 22,3%, desperdiciando recursos naturales recuperables por valor de 91.000 millones de dólares. Se proyecta que en 2030 se generarán 82 millones de toneladas de desechos electrónicos, de las cuales solo el 20% se tratará adecuadamente. Para abordar este problema, es urgente aumentar las tasas de recogida y reciclaje de desechos electrónicos a nivel mundial.