España ha creado el primer búnker energético. A partir de ahora, vamos a ocultar algo muy valioso para nosotros debajo de las montañas. Nuestro país está profundamente involucrado en la generación de energía renovable y su almacenamiento. La crisis energética fue un desafío para el territorio nacional, que cada día suma más iniciativas relacionadas con el autoabastecimiento.
A esta crisis se suman los objetivos que tenemos como país y continente de descarbonizar al máximo los combustibles. De hecho, la Unión Europea está tomando medidas drásticas al respecto.
El territorio nacional se encuentra en un contexto en el que la energía juega un papel fundamental no solo en la generación, sino también en la conservación de la misma.
El primer búnker energético ha llegado y está en España
El almacenamiento geológico de energía es crucial para garantizar el suministro energético y para favorecer la creación de energía renovable, especialmente solar y eólica.
Estos dos tipos de energía son intermitentes, por lo que se necesita un almacenamiento para almacenar el exceso de energía y compensar los períodos de bajo desarrollo. De esta manera, aunque no haya sol ni viento, no hay problemas de falta de energía.
Para aprovechar al máximo la energía, surge una solución técnica y económicamente viable: el almacenamiento en el subsuelo. Presenta una alta eficiencia, bajos costes operativos y una rápida respuesta en momentos de alta demanda.
El exceso de energía se puede utilizar para generar moléculas de hidrógeno a través de la electrólisis del agua o la compresión del aire de la atmósfera para luego almacenarlo a gran presión en el subsuelo y utilizar estos gases para generar electricidad en turbinas. El hidrógeno generado con energía renovable se conoce como hidrógeno verde.
En el caso del aire, este se comprime utilizando el exceso de energía de las energías renovables en un proceso que emite muy poco CO2.
Cuando se necesite convertir esa energía, solo habrá que extraer ese hidrógeno que está en el subsuelo y canalizarlo hacia una pila de combustible. Es importante destacar que esta fórmula solo se aplica al hidrógeno.
España tiene un gran potencial y varias propuestas de búnker energético
Hoy, España tiene varias propuestas para desarrollar proyectos de almacenamiento geológico de energía, principalmente de hidrógeno. Algunos de los lugares propuestos son antiguos yacimientos de gas natural, almacenes estratégicos de gas, minas de carbón abandonadas o nuevas instalaciones subterráneas.
Un ejemplo de esto es lo que está haciendo la compañía Almacenamiento de Energía Trinity, en colaboración con la gestora de fondos Teset Capital. Están estudiando los antiguos yacimientos de gas natural en el valle del Guadalquivir. Estos yacimientos han generado más de 1.000 millones de metros cúbicos de gas durante casi 30 años.
La compañía obtuvo las concesiones de hidrocarburos en el valle del Guadalquivir que anteriormente estaba explorando Petroleum Oil & Gas España. La idea es utilizar el yacimiento como almacenamiento de gases renovables, como el hidrógeno verde, una vez se agote el gas natural.
El proyecto consiste en reutilizar un yacimiento de gas natural ya explotado como depósito de otro gas. Este nuevo gas se almacenaría a unos 1.000 metros de profundidad en las mismas capas de arena que demostraron su capacidad para almacenar gas durante millones de años.
Este proyecto cuenta con financiamiento del programa Misiones Ciencia e Innovación de los Fondos Next Generation EU de la Unión Europea a través del proyecto UNDERGY, en el que colaboran otros organismos de investigación y entidades nacionales.
España tiene más proyectos relacionados con el concepto de búnker energético que marcan un antes y un después en el sector energético. El subsuelo tiene mucho potencial por explotar y encierra una energía misteriosa que podría ser perforada en cualquier lugar.