Organizaciones de todo el mundo están participando en la iniciativa «WalkingRiver», cuyo objetivo principal es concienciar a la sociedad sobre la importancia de los ríos y exigir acciones para mejorar su estado caminando junto al río más cercano el próximo 11 de mayo.
El desafío consiste en caminar junto al río de tu localidad durante 7 kilómetros (10,000 pasos) para experimentarlo, según el Centro Ibérico de Restauración Fluvial (CIREF), quien impulsa esta iniciativa junto a Wetlands International Europe, Caminar El Agua y el Observatorio del Agua de la Fundación Botín.
Un detalle importante: ese día, viste de azul, color elegido por los organizadores para identificarse con la comunidad global de personas que estarán caminando los ríos del mundo.
Puedes caminar solo o en grupos participativos. Para unirte al evento, debes registrar la ruta aquí antes del 7 de abril.
El objetivo es que la iniciativa tenga alcance mundial, y organizaciones de países como Portugal, Chile, México, Colombia, Estonia, Bélgica, Italia, Países Bajos, Estados Unidos e India ya han confirmado su participación.
¿Por qué?
«Al observar un río de cerca, podríamos pensar que solo afecta al lugar donde vivimos, pero al caminar lejos de él, nos damos cuenta de su dimensión y de cómo nuestras acciones locales pueden impactar en toda una cuenca. De ahí la idea de recorrer varios kilómetros», según la misma fuente.
Además, los ríos en entornos urbanos y periurbanos tienen un gran potencial, aún poco aprovechado, para ser importantes conectores ecológicos y de distritos y barrios.
Si las orillas estuvieran en buen estado y conectadas para caminar con facilidad, los ciudadanos podrían optar por caminar o andar en bicicleta en tus desplazamientos diarios y reducir el uso del coche, según la misma fuente.
Por ejemplo, el Manzanares en Madrid, donde se puede caminar o andar en bicicleta a lo largo de 30 kilómetros, conectando El Pardo con Butarque sin interrupciones; o en Santiago de Chile, donde las orillas del río Mapocho se utilizan para la movilidad diaria, principalmente en bicicleta.
«Es necesario resaltar el potencial de los ríos en entornos urbanos, promover su disfrute por parte de la ciudadanía y comprender que son elementos vitales para la vida en el planeta», añadió la fuente.
Lamentablemente, no todos los ríos son aptos para caminar. Algunos están muy contaminados, fragmentados o con zonas que pueden generar miedo al transitarlas en solitario.
«Hay mucho trabajo por hacer, y con una ciudadanía consciente de estos problemas y de los beneficios de ríos en buen estado, será más fácil exigir cambios a las autoridades o apoyar políticas públicas en esa dirección», según la misma fuente.
Beneficios físicos y mentales
Estar cerca de un río puede aportar bienestar, salud, entretenimiento y desconexión. La evidencia científica muestra que espacios azules (ríos, lagos, mares) contribuyen a reducir el estrés, la obesidad y problemas cardiovasculares.
Además, vivir cerca de estos espacios aumenta la actividad física, con beneficios medibles para la salud pública, destacado por la organización del evento.
Esta actividad puede despertar la curiosidad por descubrir lugares nuevos en tu entorno y fomentar salidas más frecuentes para caminar en espacios naturales cercanos.
Ríos urbanos, los más afectados
Los ríos urbanos han sido olvidados porque, con la rápida construcción de ciudades durante el siglo XX, quedaron relegados y en casos extremos, enterrados bajo autopistas y vías de rápido tránsito.
Gracias a una mayor conciencia social y política, y a la necesidad de vivir en entornos saludables evidenciada en la pandemia, esta situación está cambiando, y WalkingRivers se centra principalmente en los ríos urbanos y periurbanos, según las mismas fuentes. EFEverde
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