Estas inversiones podrían beneficiar a las comunidades locales y ser una alternativa superior a los combustibles fósiles, cuyo rendimiento ha sido inestable debido al colapso del precio del petróleo y a la preocupación de los inversores por mantener sus reservas. Un análisis reciente reveló que los fondos de pensiones públicos de California, CalPERS y CalSTRS, perdieron más de 5 mil millones de dólares en un año por invertir en las principales empresas de combustibles fósiles. California ha decidido unirse al movimiento de desinversión. Expertos advierten sobre los riesgos financieros asociados al cambio climático y la importancia de gestionar estas amenazas en las inversiones.
A nivel local, se han lanzado campañas para presionar a los ayuntamientos a dejar de invertir en combustibles fósiles. Las ciudades de Oxford y Bristol ya han tomado medidas para desinvertir, al igual que 50 ciudades en todo el mundo. Compromisos de desinversión a nivel individual e institucional ascienden a 2,6 billones de dólares, un aumento significativo respecto al año anterior. Las campañas se han intensificado debido a la conciencia sobre los riesgos financieros de mantener activos de combustibles fósiles y la necesidad de reducir las emisiones para evitar un cambio climático catastrófico.
En relación con los deberes fiduciarios, la Asociación de Gobiernos Locales (LGA) en Inglaterra y Gales ha señalado que la elección de inversión puede considerar aspectos éticos, sociales y medioambientales, siempre y cuando no represente un riesgo financiero significativo para el fondo de pensiones. Twitter: #desinvertirpensiones.