La construcción sigue investigando nuevos materiales para reducir la dependencia de la red convencional. La pintura fotovoltaica permitirá crear viviendas desconectadas de la red y generar energía en las fachadas de los edificios.
Las nanopartículas semiconductoras de la pintura fotovoltaica convierten la luz solar en electricidad al ser aplicadas en distintas superficies. Estas partículas generan corriente eléctrica que se recolecta a través de electrodos conectados a la superficie pintada para su almacenamiento o inyección a la red eléctrica.
Existen varios tipos de pintura fotovoltaica, como los puntos cuánticos, la perovskita, las células solares sensibilizadas por tinte (DSSC), las células solares orgánicas, las celdas solares de plástico y las celdas solares híbridas, cada una con sus propias características y eficiencia.
La investigación y desarrollo de la pintura fotovoltaica se remonta a décadas atrás, con avances significativos en la fabricación de celdas solares flexibles y de bajo costo. Su aplicación en diferentes superficies ha permitido integrar la energía solar en objetos cotidianos y en la construcción de edificios sostenibles.
La pintura fotovoltaica representa una innovación importante en el sector de la construcción, ofreciendo la posibilidad de revestir edificios con esta tecnología y superando las limitaciones de los paneles solares tradicionales. Su potencial para generar energía de forma sostenible y eficiente la convierte en una opción atractiva para el futuro.