La Unión Europea ha estado utilizando un tipo de biocombustible ecológico, pero ahora varias organizaciones no gubernamentales están pidiendo que se elimine gradualmente el apoyo a este combustible. Están solicitando a la Comisión Europea que retire su respaldo a los biocombustibles de soja, ya que se ha demostrado que emiten más CO2 que el gasóleo fósil. Además, piden que se incluya el aceite de soja y de palma en la sección de materias primas de uso indirecto de la tierra en la Directiva sobre energías renovables. También instan a la Comisión a evitar que la DER actúe como una puerta de entrada para productos impulsados por la deforestación. Varias naciones de la Unión Europea ya han iniciado la eliminación voluntaria del aceite de soja y de palma. Los biocombustibles de soja y palma representan solo un tercio del volumen de materia prima del biodiésel de la UE, pero contribuyen con dos tercios de las emisiones de CO2 del biodiésel en la Unión Europea. El consumo de biodiesel de soja se ha quintuplicado entre 2015 y 2022. La decisión está en manos de la Unión Europea, que tiene la oportunidad de tomar medidas antes de las elecciones de junio.