Es crucial que las ONG y los activistas ecologistas promuevan el uso de la carga de electricidad según el horario del día.
Esto nos llevará a tener medidores inteligentes reales, en lugar de los falsos que se están instalando actualmente.
Los medidores inteligentes que se están implementando no cumplen con las expectativas de la mayoría de la gente y no funcionarán como se cree popularmente.
Es necesario establecer precios de electricidad que reflejen la producción de energía en diferentes momentos del día, como tener precios más bajos cuando hay alta producción solar y eólica, y precios más altos en momentos de menor generación.
El Gobierno y la OFGEM deben introducir tarifas que desincentiven a las empresas eléctricas de suministrar energía durante las horas punta, promoviendo así un menor consumo en esos momentos.
A medida que crece la energía verde y aumenta la adopción de coches eléctricos, es necesario incentivar a los consumidores a cargar sus vehículos y realizar otras actividades en momentos de excedente de energía, en lugar de en momentos de escasez.
Los ‘medidores inteligentes’ no son tan inteligentes como se piensa
De los 53 millones de medidores inteligentes instalados en el país, casi ninguno puede ofrecer una tarifa según el horario del día. Aunque existen algunos intentos por parte de proveedores más pequeños, el sistema eléctrico en su conjunto no permite este tipo de esquemas.
En teoría, los proveedores tendrían interés en incentivar a los consumidores a comprar electricidad en momentos de excedente, pero en la práctica, esto es dificultado por la dinámica del mercado mayorista de electricidad.
Una posible solución es regular a los distribuidores de electricidad para que introduzcan cargos a los proveedores durante momentos de alta demanda, lo que fomentaría la adopción de tarifas según el horario del día.
Es necesario instalar verdaderos medidores inteligentes que permitan este tipo de esquemas. Además, los distribuidores de electricidad deben recibir incentivos para desarrollar sistemas de almacenamiento en lugar de mejorar la capacidad de distribución de la red.