Escocia aprobó el martes una ley para hacer que los productos menstruales sean gratuitos y poner fin a la pobreza menstrual, pero es necesario hacer más para discutir los impactos ambientales y de salud de los productos desechables, según activistas ambientales.
En promedio, las mujeres usan entre 11.000 y 12.000 productos menstruales desechables a lo largo de su vida, y cuestan entre 1.500€ y 7.500€ según el país de la UE. Estos productos pueden contener hasta un 90% de petróleo crudo, así como trazas de pesticidas y disruptores endocrinos, que afectan las hormonas.
Se generan alrededor de 590.000 toneladas de residuos cada año en la UE y se encuentran entre los cinco principales contaminantes plásticos de un solo uso en los océanos, con 340.000 desechos diarios en Escocia, según Zero Waste Scotland.
Se necesitan más educación sobre los impactos ambientales y de salud de los productos desechables, según activistas. En algunos países de la UE aún no se habla abiertamente sobre la menstruación, lo que resalta la necesidad de concientizar sobre el uso de productos desechables.
Una alternativa reutilizable y más amigable con el medio ambiente son las copas menstruales hechas de silicona. La ley escocesa permitirá financiar a universidades para distribuir productos reutilizables gratuitos, como las copas menstruales, para reducir los desperdicios y la exposición a productos tóxicos.
Zero Waste Europe criticó en 2018 la falta de acción de la Comisión Europea para reducir la contaminación plástica y mejorar la educación sobre menstruación. Se insta a garantizar la disponibilidad de productos menstruales reutilizables y libres de tóxicos en toda la UE.
Europa debería seguir el ejemplo de Escocia y aprobar leyes para combatir la pobreza menstrual y mejorar la educación sobre salud y medio ambiente. La concientización y educación son clave para fomentar el uso de productos menstruales más sostenibles y seguros.