Según el Informe sobre la brecha de circularidad publicado el martes (26 de enero), cambiar a una economía circular podría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 39% y aliviar la presión sobre los materiales vírgenes en un 28%. De acuerdo con el estudio de Circle Economy, si se aplicaran estos principios, se podrían ahorrar 22.800 millones de toneladas de emisiones de carbono y ayudar a evitar el colapso climático.
Sin embargo, el informe también destacó malas noticias, indicando que solo el 8.6% de la economía mundial se considera circular, una disminución del 9.1% registrado dos años antes. Gino van Begin, secretario general de ICLEI, una red global de más de 1.750 gobiernos comprometidos con el desarrollo sostenible, mencionó que la brecha de circularidad se está ampliando, aumentando así los impactos de nuestras economías en el clima y la biodiversidad.
Van Begin afirmó que para abordar los desafíos ambientales y obtener beneficios socioeconómicos, es fundamental repensar cómo consumimos y desechamos los materiales, enfatizando que las métricas son esenciales para monitorear el progreso.
La reutilización y reciclaje de productos pueden reducir la necesidad de materiales vírgenes como minerales, combustibles fósiles, metales y biomasa, todos los cuales tienen impactos ambientales que van desde emisiones de gases de efecto invernadero hasta deforestación. Según el informe, países como Estados Unidos, Japón y Europa, que representan una minoría de la población mundial, consumen el 31% de los recursos y generan el 43% de las emisiones.
En el ámbito de la UE, los responsables políticos han aprobado regulaciones para reducir el consumo de materias primas, prohibir plásticos de un solo uso y disminuir la cantidad total de residuos producidos en Europa. A pesar de esto, la Comisión Europea lanzó un plan de acción en marzo del año pasado para fomentar la economía circular y fortalecer la reutilización de recursos, enfocándose en hacer que los productos sean reutilizables y reparables para extender su vida útil.
Los legisladores de la comisión de medio ambiente del Parlamento Europeo votaron su respuesta al plan el miércoles (27 de enero), solicitando a la Comisión que establezca objetivos jurídicamente vinculantes para reducir los residuos y crear un marco legislativo robusto para una economía circular con bajas emisiones de carbono y cero contaminación.
Jan Huitema, eurodiputado liberal holandés autor del informe, señaló que una economía circular es fundamental para lograr los objetivos del Pacto Verde Europeo, destacando que la falta de mercado para materiales secundarios es la principal barrera. Huitema mencionó que se deben crear condiciones equitativas entre las materias primas primarias y secundarias, incluyendo la fijación del precio del CO2.
Finalmente, el informe también propuso detener la obsolescencia programada a través de legislación en lugar de acciones voluntarias y regular el impacto ambiental de las grandes tecnologías para reducir el consumo de recursos.