A pesar de la impresión inicial de que instalar sistemas de captura y almacenamiento de carbono (CAC) en las plantas de incineración de residuos sería una buena idea para reducir las emisiones, Mick Wallace y Janek Vähk afirmaron que no beneficiaría al clima.
Mick Wallace es un eurodiputado irlandés del grupo político de izquierda del Parlamento Europeo, mientras que Janek Vähk es coordinador de clima, energía y contaminación del aire en Zero Waste Europe, una ONG medioambiental.
El debate reciente ha girado en torno a la instalación de sistemas de CAC en las plantas de conversión de residuos en energía (WTE) como una forma de mitigar el impacto del sector en el clima, incluso solicitando financiamiento a través de los fondos de innovación de la UE.
Aunque las emisiones del sector han aumentado significativamente, los expertos argumentan que los sistemas de CAC solo tienen sentido si abordan emisiones verdaderamente inevitables, como la liberación de CO2 que no puede ser detenida de ninguna manera. En el caso de las plantas WTE, se argumenta que muchos de los residuos incinerados podrían haberse reciclado o convertido en abono, lo que habría reducido las emisiones de carbono y tenido otros beneficios ambientales.
Además, el enfoque en la CCS podría socavar los objetivos de reducir la generación de residuos residuales para 2030 y contribuir aún más al efecto de bloqueo de los incineradores de residuos.
En lugar de centrarse en los residuos como fuente potencial de energía, se propone mejorar los sistemas de recolección separada y ampliar el alcance de los esquemas de Responsabilidad Ampliada del Productor para cubrir materiales que aún no están incluidos en los esquemas de recolección. También se destaca la importancia de un marco político general que haga de la reducción de los residuos una prioridad clave.
El objetivo es retener mejor la energía incorporada en la fabricación de materiales y productos, así como reducir la generación de residuos en primer lugar, sin depender de la incineración como solución.