Obtener suficientes volúmenes de residuos de envases livianos es un desafío para los recicladores. La Comisión Europea está buscando formas de armonizar la recogida de residuos en toda la UE para que el reciclaje sea económicamente viable. La revisión de la directiva de la UE sobre envases y residuos de envases, prevista para julio, reflejará el objetivo de que todos los envases en el mercado de la UE sean reutilizables o reciclables para 2030. La Comisión Europea está considerando analizar todos los flujos de residuos posibles, incluidos los envases compuestos multicapa flexibles.
Los envases flexibles, como los paquetes de patatas fritas y envoltorios de alimentos, son difíciles de reciclar debido a su peso liviano y la dificultad para encontrar cantidades masivas. La variedad de tipos de envases tampoco ayuda en la clasificación de manera financieramente viable. Además, los envases flexibles suelen tener tintas y aditivos que aumentan el costo del reciclaje.
La industria está estudiando soluciones para hacer que los envases flexibles sean reciclables, como estandarizar los tipos de envases para aumentar el volumen y el peso. Sin embargo, mejorar la recolección de envases flexibles es el primer paso para garantizar mayores volúmenes de residuos. Actualmente, muchos países de la UE no cumplen con objetivos de residuos, por lo que es necesario mejorar la implementación de la legislación existente antes de discutir nueva legislación.
Bélgica es un ejemplo positivo de mayor recogida y reciclaje de envases flexibles, lo que demuestra una estrecha conexión entre recolección y clasificación. Para mejorar el reciclaje de envases flexibles, se requiere la colaboración de la industria, los legisladores, las autoridades locales y los consumidores. Además, es necesario mejorar la clasificación de residuos después de la recolección para asegurar que los envases flexibles se reciclen correctamente.