Las normativas de diseño ecológico y etiquetado energético de los productos diarios pueden ahorrar a los consumidores miles de millones y ayudar a la UE a cumplir sus objetivos climáticos, pero la Comisión Europea se ha retrasado en su presentación, según un informe de organizaciones ecologistas. El ecodiseño es crucial para mejorar el impacto ambiental de los productos, fomentando su circularidad y aumentando su eficiencia energética. El etiquetado energético ayuda a los consumidores a comprender el impacto de lo que compran. Según la Comisión Europea, estas políticas ya han contribuido a aproximadamente la mitad del objetivo de ahorro de energía para 2020, y se espera que logren un tercio de los recortes necesarios para alcanzar el objetivo de reducción de emisiones de Europa para 2030.
Se espera que la UE presente más políticas al respecto, incluido el componente sobre productos sostenibles que ampliará el alcance de las normas de diseño ecológico a la «gama de productos más amplia posible y garantizará su circularidad». Sin embargo, los retrasos en estas políticas podrían provocar emisiones adicionales de 10 millones de toneladas de CO2 equivalente cada año hasta 2030, según un análisis de ECOS y la Oficina Europea de Medio Ambiente. Las organizaciones piden a la Comisión Europea que asigne recursos adecuados a estas políticas para evitar costos adicionales para los consumidores y mayores emisiones.
A pesar de la importancia de estas políticas, la Comisión Europea se ha retrasado en su implementación, lo que podría tener un impacto significativo en las emisiones y los costos energéticos para los ciudadanos. Las nuevas normas de la UE sobre diseño ecológico y productos sostenibles se anunciaron en marzo del año pasado como parte del plan de acción de economía circular de la Comisión Europea. Un portavoz de la Comisión Europea reconoció que es esencial asignar recursos adecuados para establecer normas a nivel de la UE, tanto financieros como humanos, con el fin de impulsar el objetivo de eficiencia energética y reducción de emisiones. A pesar de esto, la Comisión se ha comprometido a tomar medidas para abordar la situación.
Los recicladores europeos están considerando la posibilidad de ampliar los requisitos mínimos de diseño ecológico a una gama más amplia de productos, ya que el 80% del impacto ambiental se decide en la fase de diseño. Según Emmanuel Katrakis, secretario general de la Confederación Europea de Industrias del Reciclaje, el ecodiseño es crucial para impulsar las cadenas de valor circulares y aumentar el uso de materiales reciclados. Por otro lado, Schweitzer apoya la implementación del ecodiseño en más productos, afirmando que ha sido una política extremadamente efectiva que ha cumplido los objetivos de eficiencia energética y recorte de emisiones de la UE.