Los países de la Unión Europea acordaron una posición en Bruselas para la negociación final de la nueva Regulación de Envases y Residuos de Envases. El objetivo es reducir progresivamente el volumen de embalajes en productos cotidianos. La posición común establece requisitos para garantizar que todo el embalaje sea reciclable y que se minimice la presencia de sustancias preocupantes. Esto abarca la gestión de los envases una vez son residuos, con el objetivo de recolectar, clasificar y reciclar siguiendo los estándares más altos. La titular española de Transición Ecológica declaró que este reglamento es crucial en el camino hacia una economía circular y una Europa climáticamente neutra. El objetivo es acordar la modernización del expediente antes de las elecciones al Parlamento Europeo del próximo mes de junio. La Comisión Europea, cuya propuesta original era más ambiciosa, instó a buscar un equilibrio para cerrar el expediente. El Consejo mantiene que la propuesta abarque todo el embalaje, independientemente del material utilizado, y todos los residuos de envases, independientemente de su origen. También introducen restricciones a ciertos formatos de envases, como los plásticos de un solo uso. Otros objetivos incluyen la introducción de embalajes reutilizables y la garantía de la recopilación separada de botellas de plástico de un solo uso y envases de metal para bebidas.