Las empresas que operan en Europa pueden verse obligadas en el futuro a garantizar que sus envases contengan una cantidad mínima de plástico reciclado. Sin embargo, en la actualidad, es difícil encontrar suficientes materiales reciclados de calidad. A pesar de que parece lógico utilizar materias primas secundarias en el embalaje, la realidad es que conseguir plástico reciclado de calidad a un precio asequible es un desafío.
Europa no recicla suficientes envases de plástico para satisfacer la demanda de materias primas secundarias, y lo poco que se recicla suele tener un precio elevado. Actualmente, el PET reciclado tiene un costo dos veces mayor que el PET virgen. Esto se debe en parte a que aún se invierte en instalaciones para producir plástico virgen en lugar de instalar plantas de reciclaje. A pesar de que las empresas de bienes de consumo están interesadas en utilizar plásticos reciclados en sus envases, la demanda no se está cumpliendo.
Para abordar este problema, la Comisión Europea ha lanzado un plan de acción de economía circular que propone exigir que los envases contengan una cantidad mínima de contenido reciclado. Esto ha llevado a compromisos voluntarios de empresas en Europa, como PlasticsEurope, que se ha fijado el objetivo de alcanzar el 60% de reutilización y reciclaje de envases de plástico para 2030.
Otras empresas, como PepsiCo, también se han comprometido a utilizar plástico reciclado en sus envases. PepsiCo planea cambiar sus botellas de plástico para bebidas a 100% reciclado en nueve mercados de la UE para 2022. Este cambio no solo reducirá las emisiones de carbono, sino que también fomentará la colaboración entre fabricantes de envases, recicladores, minoristas y consumidores.
Para alcanzar los objetivos de contenido reciclado, será crucial aumentar la recolección de plástico. La Comisión Europea propondrá una revisión de la directiva de residuos de envases el próximo año, lo que podría armonizar los sistemas de responsabilidad ampliada del productor en la UE y proporcionar incentivos para el uso de materias primas secundarias en los envases.
Además, se están considerando avances en el reciclaje químico como una alternativa para aumentar el nivel de reciclaje de plásticos. Aunque existen desafíos técnicos y regulatorios, la implementación de tecnologías de reciclaje químico podría ser clave para abordar los plásticos no reciclados.
En resumen, las empresas que deseen utilizar materiales reciclados en sus envases en Europa se enfrentan a desafíos tanto en el suministro como en la regulación. Sin embargo, los compromisos y medidas regulatorias actuales apuntan hacia un futuro más sostenible en la industria del embalaje en el continente.