La Unión Europea y el Reino Unido deben incluir las plantas de incineración de residuos en los esquemas de comercio de emisiones (ETS) si desean alcanzar emisiones netas cero y cumplir con el Acuerdo de París, según el escrito de Georgia Elliott-Smith.

Georgia Elliott-Smith es una consultora de sostenibilidad que lidera una impugnación legal contra la decisión del gobierno del Reino Unido de excluir a los incineradores de residuos de su plan de comercio de emisiones de carbono post-Brexit, un caso que podría sentar un precedente en Europa.

Después de más de 20 años como ingeniera ambiental, he luchado para reducir los residuos en el sector de la construcción. Durante esta lucha, descubrí un notable aumento en la incineración en los últimos años, especialmente cerca de mi casa en Edmonton, un distrito del norte de Londres.

Desde la introducción del impuesto a los vertederos en 1996, la cantidad de residuos que llegan a los vertederos en el Reino Unido ha disminuido drásticamente, siendo ahora menos del 10%. Sin embargo, las tasas de reciclaje han disminuido y la incineración ha aumentado significativamente, alcanzando cerca del 45% en la actualidad.

En Europa, hay cerca de 500 incineradores que generaron 52 millones de toneladas de CO2 fósil el año pasado. Se espera que la capacidad de incineración europea aumente a unos 600 incineradores en los próximos años.

Es imperativo incluir a los operadores de incineradores en los esquemas de comercio de emisiones tanto en el Reino Unido como en la UE para garantizar que informen, gestionen, graven y reduzcan sus emisiones a lo largo del tiempo. Esto fomentará la inversión en alternativas sostenibles y promoverá la reducción de residuos.

La revisión próxima del ETS de la UE es una oportunidad para corregir el fracaso pasado y cumplir con los compromisos del Acuerdo de París.