Bill Gates es reconocido mundialmente por su conexión entre tecnología y sostenibilidad.

Según él, la innovación y los avances en la digitalización son cruciales para combatir el calentamiento global y acelerar la neutralidad energética.

Sin embargo, Gates ha cometido un error al subestimar cómo las grandes empresas, incluyendo a Microsoft, están utilizando la tecnología para ralentizar proyectos verdes con sistemas de captura de CO2.

Estas empresas han invertido en la absorción de carbono como una solución técnica para reducir sus emisiones netas y justificar una falta de compromiso real con la sostenibilidad.

A pesar del escepticismo y dudas sobre la comercialización de esta tecnología, las grandes compañías petroleras se han enfocado en proyectos de captura de carbono como una forma de desviar la atención de sus prácticas dañinas.

A pesar de la presión de gobiernos y activistas, muchos de estos empresas continúan ampliando inversiones en la extracción de petróleo y gas.

La reciente COP28 en Dubai mostró el agrio debate en torno a esta cuestión, con la industria fósil mostrando sus avances en la captura de carbono mientras siguen invirtiendo en combustibles fósiles.

A medida que estas empresas encuentran maneras de lucrar con la tecnología de captura de CO2, se está desviando la atención de las verdaderas estrategias para reducir las emisiones y combatir el cambio climático.

A pesar de estas tácticas, el secretario ejecutivo de la ONU sobre Cambio Climático ve la utilización de tecnología de captura de CO2 como el principio del fin de los combustibles fósiles y como un incentivo para gobiernos y empresas a asumir compromisos reales con la sostenibilidad.